¿Cuál es la solución? las
calderas de pellets o de policombustibles
Es esencial conocer las
peculiaridades y características de cada combustible usado para generar biomasa
térmica. Aspectos como conocer el poder calorífico del combustible, el grado de
humedad y la calidad del combustible, nos ayudarán a elegir la caldera o estufa
de biomasa más adecuada a nuestras necesidades. Si el combustible utilizado
tiene una alta concentración de cenizas, las labores de limpieza y
mantenimiento también serán mayores. El combustible más utilizado para generar
calefacción a partir de biomasa es el pellet, un combustible estandarizado
internacionalmente, procedente de los desechos de las serrerías y de la
industria maderera que después del
proceso de transformación al que se le somete se convierte en ese pequeño
cilindro compacto que todos conocemos y que es el combustible más habitual en
estufas y calderas de biomasa.
TIPOS DE COMBUSTIBLES:
PELLETS
un pequeño conglomerado de entre
dos y tres centímetros, a base de serrín prensado de madera, que se ha
convertido en la alternativa más ecológica a la hora de generar energía térmica
y también la más barata.
Dentro de sus ventajas está el
elevado poder calorífico, el bajo contenido en cenizas que produce la quema del
pellets reduce las necesidades de operación y mantenimiento.
BRIQUETAS
Las briquetas son cilindros de
biomasa densificada de tamaño superior al del pellets, provenientes normalmente
de serrines y virutas de aserraderos. Estos cilindros sustituyen normalmente a
la leña en las calderas. Las principales propiedades de las briquetas son una
humedad menor del 10%, un poder calorífico inferior superior a los 16,9 MJ/kg
(4,7 kWh/kg) y una densidad en torno a los 1.000 kg/m3. El contenido en
cenizas no llega al 0,7%.
El coste de producción de las
briquetas es muy superior al de la leña, aunque el poder calorífico de la
primera está claramente por encima. Además las briquetas producen menos
cenizas, facilitando la limpieza y mantenimiento de la caldera.
Residuos de frutos secos: CASCARA DE ALMENDRA Y HUESO DE ACEITUNA
Este tipo de residuos proviene
fundamentalmente de las industrias de la producción de aceite de oliva y
aceituna, de las alcoholeras y la uva, y de los frutos secos. En general, los
proveedores suelen reducir su grado de humedad mediante procesos de secado con
el objetivo de aumentar su poder calorífico inferior.
Los más habituales son la cáscara
de almendra y el hueso de aceituna. Son combustibles económicos y de buena
calidad.
LEÑA
La leña proviene de trocear
troncos que no van a ser utilizados para producir madera, y pueden producirse
localmente por los propios usuarios. Al igual que ocurre con el resto de la
biomasa, la energía que producen en la caldera va a depender del tipo de madera
y de la humedad que contenga.
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